Berardi and ritournelle

¿Qué es la estética? En contraste con la comprensión prevalente de la filosofía Occidental, la estética no es sólo la ciencia de la belleza de un objeto. La estética es también (y esto es lo que tiene mayor interés) la ciencia de la sensibilidad, de la percepción, la ciencia del contacto entre epidermis, y por tanto la ciencia de la proyección de mundos por subjetividades en devenir.

El bombardeo mediático de la atención social produce efectos brutales en la sensibilidad. El imaginario es invadido por monstruos hiper-rápidos, virus mutágenos de la psique colectiva. Y mientras tanto, el desencadenamiento de la epidemia mediática que toma el nombre del SIDA, un contagio que es esencialmente desplegado en la psique humana, va de mano en mano con la virtualización de relaciones entre organismos conscientes.

Esta es la esfera del interés de la estética esquizoanalítica: su problema no es la belleza como un objeto de contemplación, sino la forma en la que los cuerpos se perciben unos a otros en el campo social. En una era de desplazamientos y migraciones, de contaminaciones e integralismos, de nacionalismos y agresión, un problema político esencial es el de la semántica de proximidad social, y por tanto de la estética.

Un niño que canta en la noche porque tiene miedo de la oscuridad intenta reestablecer el control de los acontecimientos que son desterritorializados demasiado rápidamente a su parecer y que comienzan a proliferar en el cosmos y en el imaginario. Cada individuo, cada grupo, cada nación por tanto se equipa a sí mismos con un rango de estribillos (ritornelos) para conjurar. (el caos) Berardi, pág. 129.

El estribillo es un ritual obsesivo que es iniciado en el carácter lingüístico, sexual, social, productivo para permitir al individuo –el organismo consciente en continua variación- a encontrar puntos de identificación, es decir, territorializarse a uno mismo y representarse en relación al mundo que lo rodea. El ritornelo es la modalidad de semiotización que permite a un individuo (a un grupo, a gente, a una nación, a una subcultura) recibir y proyectar el mundo de acuerdo a formatos reproducibles y comunicables.

En el orden del universo cósmico, social y molecular son filtrados a través de una percepción individual, y para ello, debemos por tanto decir, entrar la mente, filtros o modelos de semiotización deben actuar, y estos modelos son los que Guattari llama estribillos. La percepción del tiempo de una sociedad, esto es, la modulación rítmica particular que funciona como módulos para el acceso, espera y participación en el devenir temporal cósmico.
El estribillo de la fábrica, de las horas de trabajo, del salario, de la línea de producción…

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